Léopold Sédar Senghor y su gota de sangre portuguesa
La poesía de Senghor tiene raíces africanas y clásicas, de connotaciones atlánticas. Primer presidente del Senegal independiente, siempre mantuvo sus vínculos y los de su país, con la antigua metrópoli. Fue miembro de la Académie Française y reivindicó la unión de los pueblos sin renunciar a la defensa de los derechos de los oprimidos y de los negros, como mostró con su gran admiración por Martin Luther King.
Católico, gobernó un país musulmán en su 90%, sin discriminaciones, y supo integrar todo el país, que cuenta, además, con decenas de etnias diferentes y cerca de doscientas lenguas indígenas, aunque el wolof y el francés son las lenguas vehiculares.
Quizá su pequeña parte de portugués, como muchos senegaleses, las signares de Saint Louis du Sénégal, las senhoras mestizas de otro tiempo, le traen esa dulzura y melancolía que, aun en francés, evocan una cierta lírica lusitana.
Él mismo reivindica su pequeña influencia de las saudades en un bello poema de su libro Nocturnes:
Élégie des saudades
J’écoute au fond de moi le chant à voix d’ombre des
saudades.
Est-ce la voix ancienne, la goutte de sang portugais qui
remonte du fond des âges?
Mon nom qui remonte à la source?
Goutte de sang ou bien Senhor, le sobriquet qu’un
capitaine donna autre fois à un brave laptot?
J’ai retrouvé mon sang, j’ai découvert mon nom l’autre
année à Coïmbre sous la brousse des livres (…)
Escucho en el fondo de mí el canto umbrío de las
saudades.
Traducción:
¿Es la voz antigua, la gota de sangre portuguesa que
sube desde el fondo de los tiempos?
¿Mi nombre que remonta al origen?
¿Gota de sangre o bien Senhor, el apodo que un
capitán diera hace tiempo a un fuerte estibador?
He reencontrado mi sangre, he descubierto mi nombre el otro
año en Coimbra bajo la maleza de los libros (…)
Claro, viniendo de Senegal, lógico que vengas hablando de Senghor. Yo hice un trabajo importante sobre él hace como cuatro o cinco años y me encantó. Lo que no sabía o al menos no recordaba ahora, eran sus raíces portuguesas. Ya hablaremos…
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